Somos seres sociales. Siempre hay alguien que tira de nosotros. Como en la historia de Teseo y Ariadna, en la que ella era su hilo conductor para superar la lucha contra el Minotauro y salir del tunel, todos nos apoyamos en alguien. Porque las penas son menos penas cuando las contamos y sabemos que tenemos gente que nos escucha y nos apoya, también las alegrías no son nada si no tenemos con quién vivirlas y compartirlas.
Los humanos hemos creado la cafeterapia. Nos encanta "quedar para tomar un café" y ponernos al día de nuestras cosas, desahogarnos cuando nos ha ocurrido algo, contarle a las personas que queremos algo bueno que nos ha sucedido...
Si echamos la vista atrás, y pensamos en los momentos más felices que hemos vivido, raramente nos vendrá a la cabeza ninguno en el que a nuestro alrededor no esté/n aquella/s persona/s que más nos importan. De igual manera, en los peores momentos de nuestra vida, si tenemos una buena red social, ésta siempre aparece en todos ellos.
Quizás esta entrada pretende convertirse en una oda a todas esas personas que son importantes en nuestra vida, y a las que a veces, por el ritmo frenético que llevamos, se lo decimos poco, se lo demostramos poco.
Para mi, uno de los grandes placeres de la vida son esos momentos de café, sentarme delante de una buena taza con alguien a quien quiero, con alguien a quien no puedo ver a menudo, con alguien con quien 10 minutos en cualquier hueco hacen el día mucho mejor, y disfrutar de ese momento y de esa compañía.
Quizás Diciembre sea por excelencia el mes de "pararse a pensar", de "hacer listas". Hacemos listas sobre las cosas que queremos conseguir el año que viene, tachamos las cosas que quisimos para éste año que se acaba y hemos conseguido (o no, pero siempre serán metas de nuevo para el año próximo), planeamos todos esos eventos que nos harán reencontrarnos con mucha gente a la que queremos...
"La felicidad no es un destino, es un modo de vida"
En la primera entrada que publicamos en #Positimento os contamos la idea que tuvo una amiga de guardar en una cajita o bote bonito notas con todas las cosas bonitas y buenas que le pasaban cada día (Enlace a la entrada: http://positimento.blogspot.com.es/2014/01/pequenos-grandes-momentos.html).
Personalmente estoy deseando ver el total de esas notas que he escrito este año, porque todos recordamos los grandes días, viajes, o eventos especiales, pero nos sorprenderíamos al leer tantos pequeños grandes momentos del día a día que llegamos a vivir en 365 días, y que, al final, son los que hacen que la vida sea mejor: un beso inesperado, un regalo sin motivo concreto, preparar una fiesta sorpresa, aquella tarde en que no pudiste parar de reír con una amiga, la adrenalina al montarte en aquella montaña rusa, una merienda en el campo, un reencuentro en un aeropuerto o estación, leer el libro que tanto deseabas, aprobar aquel examen que tanto estudiaste, ese café que te hizo pasar una tarde feliz.
Os proponemos la última lista del año: una llena de pequeños grandes momentos que vais a disfrutar antes del día 31. Os dejamos algunas ideas:
- Quedar con esa persona con la que lo llevas posponiendo meses.
- Hacer alguno de los regalos de esta Navidad tu mism@.
- Revisar las miles de fotos digitales que hacemos al cabo del año y crear un álbum de todos los momentos especiales del año.
- Volver a enviar alguna postal navideña en lugar de las felicitaciones soseras e impersonales vía Whatsapp...
- Decir más veces "te quiero".
- Hacer las paces con esa persona con la que tuviste una discusión tonta...
- Disfrutar de los más peques de la familia haciendo alguna actividad especial con ellos.
- Contar hasta 10 más veces y enfadarte menos.
- Disfrutar de un paseo navideño por la ciudad.
- Dedicarle tiempo a la/s persona/s con las que estás compartiendo una cena, un café... sin mirar el móvil ni un segundo.
- Darle una pequeña sorpresa a alguien que quieres y "no le guste mucho la Navidad".
... Pero, sobre todo, disfrutad del último mes del año, tan especial como es, y no dejéis de practicar la cafeterapia.